Willy
Viernes, ocho y media, plaza de la Catedral. Está lloviendo. La plaza está desierta; de vez en cuando se oyen los pasos de algún transeúnte resonando en la noche, pero el eco desaparece como un espejismo. Poco a poco, algunas sombras se deslizan (…)
“SI QUIERES ESCRIBIR,
si quieres crear, debes convertirte
en el tonto más sublime que Dios
jamás haya enviado a vagar.
Debes escribir
todos los días
de tu vida.
Tienes que leer libros terribles,
aberrantes y libros gloriosos,
y dejar que libran magníficas
batallas dentro de tu cabeza. (…)
Te deseo una lucha
con tu Musa
que durará una vida entera. (...)
Lo que últimamente significa:
que puedas enamorarte
todos los días
durante los próximos
20.000 días
y desde ese amor,
rehacer el mundo.
— Ray Bradbury
