La vida es un viaje.
Si describo mis días,
Si lleno páginas con ello…
Es porque sé que
sin retorno.
Antes que nada…
Que sepas que no uso las redes sociales. Ninguna. Todavía creo en el verdadero poder de las relaciones humanas. Así que, solo dependo de ti para mantener viva esta página. Si tus visitas te alegran el día, regístrate aquí con tu correo electrónico para recibir las últimas noticias, y no dudes en compartir tus textos favoritos con tu alrededor. Tendrás acceso, para cada texto, a una versión PDF gratuita que podrás imprimir, guardar, leer, compartir… ¡Cuento contigo!
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#4 - El día después
El horror del acto es que lo había preparado todo. La mochila, lo imprescindible, el pasaporte. Unos días después me esperarían en el aeropuerto. En aquel momento decisivo, sólo había visto dos finales posibles a esta historia: escaparme o morir, y elegí ambos. Me fui matándole a ella, la Eva que todos (…)

#2 - El vagar de los grandes días
Es culpa mía. Había establecido hace tiempo, que cuando las cosas se pondrían feas, simplemente me aislaría del resto del mundo. ¿Te acuerdas? De pequeña lo llamaba «extinción». (…) Pero tengo miedo. Creo que me he quedado bloqueada, Lidy. No consigo salir de este estado. (…)
Para empezar la historia desde el principio:














“SI QUIERES ESCRIBIR,
si quieres crear, debes convertirte
en el tonto más sublime que Dios
jamás haya enviado a vagar.
Debes escribir
todos los días
de tu vida.
Tienes que leer libros terribles,
aberrantes y libros gloriosos,
y dejar que libran magníficas
batallas dentro de tu cabeza. (…)
Te deseo una lucha
con tu Musa
que durará una vida entera. (...)
Lo que últimamente significa:
que puedas enamorarte
todos los días
durante los próximos
20.000 días
y desde ese amor,
rehacer el mundo.
— Ray Bradbury